Con la llegada del calor veraniego y los paseos por el campo, nuestros perros corren el grave e incómodo riesgo de ser habitados por las terribles y desagradables garrapatas, unos parásitos que se dedican a chupar la sangre de nuestros mejores amigos, pudiendo transmitir enfermedades y provocar lesiones cutáneas a nuestro perro.
Las garrapatas viven de la sangre que extraen al perro, pudiendo causar inconvenientes a su salud como:
1. Irritación y problemas de piel: al alimentarse a través de la piel, los perros pueden sufrir irritación e inflamación en la zona de la picadura y, como no, las infecciones serán más que posibles, la aparición de abscesos en el punto de inoculación son frecuentes.
2. Enfermedades e intoxicación: uno de los problemas primordiales de la acción de las garrapatas es la posibilidad de transmitir graves enfermedades. Incluso puede llegar a producir reacciones tóxicas que pueden provocar parálisis que podría llegar a causar la muerte.
3. Perdida de sangre y anemia: Las garrapatas puede ingerir más de tres centímetros cúbicos de sangre, por lo que muchas garrapatas juntas podrán provocar anemia, que se puede detectar con una analítica de sangre.
Los síntomas de las enfermedades transmitidas por las garrapatas pueden tardar semanas en hacerse visible. Si observas cualquier signo de enfermedad, no esperes más y pásate por tu veterinario habitual.
Para evitar llegar a este punto de tener que quitar una garrapata, es importante poner todas las medidas preventivas posibles, como los collares antiparasitarios.
¿Qué necesitamos para quitar una garrapata?
- Pinzas de depilación o pinzas especiales para quitar garrapatas.
- Alcohol para desinfectar
¿Cómo quitar una garrapata a nuestro perro?
La clave principal y más importante es no tirar y arrancar directamente la garrapata de la piel de nuestro perro, porque esto puede conllevar que sólo quitemos el cuerpo y la cabeza del parásito se quede fijada a la piel. Por ello:
Intenta colocar las pinzas en la cabeza de la garrapata, nunca directamente en el cuerpo. Haz presión sobre la cabeza de la garrapata y no desplaces las pinzas hacia arriba de forma brusca, intenta hacer un movimiento delicado en dirección a la cabeza de la garrapata para que suelte sin problema. Mete al parásito en alcohol para asegurarnos de que muere, ya que son muy resistentes.
Puede que se desprenda algún trozo de piel con un poco de sangrado, especialmente si lleva mucho tiempo afincada en dicho punto. No te preocupes, limpia bien la zona con alcohol y ejerce un poco de presión.
Después de deshacernos de la garrapata es importante evitar infecciones, por lo que desinfectaremos con alcohol.
Antes de terminar, inspecciona a fondo a tu perro, porque habitualmente suele haber varias garrapatas y las más pequeñas se suelen esconder bien, especialmente en perros con pelo largo.