¡Porque nadie quiere pisarlas!
Seguro que más de una vez has visto cómo alguien ha pisado una caca de perro en la calle y ha tenido que parar a limpiar su zapato. Incluso, has podido ser tú mismo quien ha vivido esa desafortunada situación. ¿A quién le gusta pisar cacas de perro? ¡A nadie! Por eso, es importante que recojamos las cacas de nuestros perros para evitar que otros tengan que pisarlas y para que nuestra ciudad esté más limpia.
Más allá del problema estético, recoger las cacas de tu perro es una cuestión de salud pública
Además de ser antiestético y desagradable, no recoger las cacas de nuestros perros puede suponer un riesgo para la salud pública. Las heces de los perros pueden transmitir enfermedades y parásitos que podrían afectar tanto a otros perros como a las personas, sobre todo a los niños pequeños que suelen jugar en el suelo. Por eso, es fundamental que nos hagamos responsables de los residuos de nuestros perros y los depositemos donde corresponde.
Ponte en el lugar de los demás: por qué recoger las cacas de tu perro es una cuestión de empatía
Por último, ponerse en el lugar de los demás es una buena forma de entender por qué es importante recoger las cacas de tu perro. Piensa en esa persona que acaba de pisar una caca o en ese niño que está jugando en el parque y podría tocar una caca. Pregúntate cómo te sentirías si alguien no recogiera las cacas de su perro y tú o alguien de tu familia se viera afectado por ello. La empatía es una virtud que debemos cultivar y, recoger las cacas de nuestros perros es una forma de demostrar que nos importan los demás y que queremos hacer nuestra contribución a mejorar la calidad de vida en nuestra comunidad.
Si queremos que nos respeten, tenemos que respetar
Y esta es la clave. Si queremos que nuestro perro pueda disfrutar de la libertad que tanto le gusta, tenemos que asegurarnos de que no esté molestando a los demás. De lo contrario, seguramente, nos encontraremos con que la gente no es nada amable cuando paseamos con nuestra mascota.
Para evitar esta situación incómoda, es imprescindible recoger las heces de nuestro perro. No hay excusa para no hacerlo, hoy en día contamos con bolsas especiales para este fin y los ayuntamientos incluso multan a los dueños que no cumplen con esta obligación.
En resumen, recoger las heces de nuestro perro es una responsabilidad que como dueños debemos asumir. No solo por salud sino por respeto hacia nuestros vecinos y por nuestra propia tranquilidad y seguridad. Cuando paseamos a nuestra mascota, debemos asegurarnos de que estamos ayudando a mantener un buen ambiente en nuestra comunidad.